LA LABORIOSIDAD
Objetivo: Propiciar un espacio
de reflexión y valoración de las responsabilidades diarias para asumirlas con
esmero y compromiso.
Formar grupos de cuatro
estudiantes y desarrollar el presente taller con la orientación del docente.
I. Leer el siguiente texto y
luego contestar las preguntas que vienen a continuación.
El
Trabajo Invisible
Esto
le sucedió hace muchísimos años en Escandinavia a uno de esos hombres que
piensan que sus esposas o compañeras no hacen nada en la casa. Una noche el
hombre llegó cansado del trabajo y se quejó porque la comida no estaba servida,
el bebé estaba llorando y la vaca no estaba
en el establo.
-Me mato trabajando mientras tú
te quedas en la casa, y cuando llego ni siquiera la comida está lista
-farfulló-. No es justo. Ojalá mi trabajo fuera tan fácil como el tuyo.
-No te pongas así, querido - le contestó su esposa-.
Si quieres mañana yo te remplazo en el campo y tú te quedas cuidando de la casa.
-Está bien -aceptó el hombre,
satisfecho-. Un día de descanso no me vendría mal.
Al día siguiente la mujer se levantó temprano y se
fue a cortar el heno en los potreros. El hombre se levantó también y se dispuso a hacer las tareas caseras.
Lo primero era lavar la ropa.
Estuvo restregando un buen rato, hasta que se acordó que tenía que preparar la
mantequilla. Se hallaba en esta tarea cuando cayó en cuenta de que no había
puesto la ropa a secar. Fue entonces al patio, la exprimió, la colgó, y de
regreso en la cocina encontró al marrano comiéndose la mantequilla. Furioso, lo
persiguió hasta que consiguió sacarlo. Al salir de nuevo al patio, vio con
horror cómo la cabra estaba mordiendo una de
las camisas que acababa de colgar. La espantó, cerró la cerca,
persiguió otra vez al cerdo hasta que pudo al fin atraparlo y lo encerró en la
marranera. Para entonces el reloj ya había dado la una de la tarde, y él ni
siquiera había terminado de hacer la mantequilla. Se puso de nuevo en esta tarea,
pero tuvo que interrumpirla cuando oyó los mugidos de la vaca en el corral. No
había tiempo de llevarla a pastar al potrero. Decidió subirla al techo de la casa - las casas de los escandinavos son bajas y de techo cubierto de hierba- para que comiera y así poder ocuparse del bebé,
que acababa de despertarse y lloraba sin parar. Había que preparar la sopa. En esas estaba cuando oyó
a la vaca resbalar en el techo. Dejó lo que estaba
haciendo, subió al techo, le echó una soga al cuello a la vaca, metió la soga
por la chimenea y en cuanto estuvo de nuevo en la casa se ató el otro extremo
de la soga a la cintura. Así evitaría que la vaca resbalara mientras él
terminaba con la sopa. Pero la vaca resbaló y arrastró al pobre hombre hacia la
chimenea, haciéndolo caer de cabeza en la olla. Así lo encontró su mujer cuando
llegó del trabajo.
-Gracias al cielo
llegaste- exclamó el hombre, al verla entrar-. Este trabajo no es para
cualquiera, no sé cómo nunca lo había visto.
Perdóname, mi vida.
Y desde entonces
nunca se volvió a quejar, y ayudaba a su mujer cada vez que podía.
Cuento popular
escandinavo (tomado del Libro de Valores El Tiempo. Laboriosidad, pág.116)
1.
¿Qué situaciones has vivido que se parezcan al texto
leído?
2.
¿Cómo has manejado o solucionado esas situaciones?
3.
Define o caracteriza a una persona laboriosa
4.
Realiza por escrito una comparación entre un día de un
docente y un día de un estudiante, ten en cuenta los siguientes aspectos: hora
de levantarse, quehaceres desarrollados antes de llegar a la institución,
labores realizadas dentro de la institución, actividades llevadas a cabo fuera
del colegio, entre otras.
II. Resuelve
individualmente el siguiente cuestionario con VERDADERO o FALSO y luego compara
las respuestas con tus compañeros.
1. Soy el primero en empezar a realizar las tareas
que se me han asignado.
2. Sólo los tontos trabajan de más.
3. Cuando los demás se rinden, yo aún tengo
ánimos para seguir trabajando.
4. Dedicar mucho tiempo a mis trabajos me parece
innecesario.
5. Asumo tareas porque me parecen interesantes más
que por los beneficios que me representen.
6 Ser demasiado eficiente hace que cada vez
me toque hacer más cosas.
7. Nunca he pronunciado la frase “dejemos eso
así que eso nadie se da cuenta”
8. En los trabajos, procuro que mi esfuerzo sea
igual o menor que el de los demás.
9. No puedo pasar mucho tiempo sin ocuparme de
algo productivo.
10. El menor trabajo
es el que se entrega antes de tiempo.
Si contestaste
verdadero a la mayoría de las preguntas impares y falso a la mayoría de las
pares, tu dedicación y compromiso con tus trabajos es alta y estás
contribuyendo, a tu modo, a tener un mejor país.
Si contestaste falso a
la mayoría de las preguntas impares y verdadero
a la mayoría de las pares, deberías cuestionarte sobre la forma en que
enfrentas tus deberes ya que parece que haces lo mínimo necesario en tus
labores.
III. Reflexiona cómo
un miembro del grupo afecta en tu vida y en la vida de los otros cuando hace lo
mínimo necesario en sus actividades.
IV. Elabora un aviso
clasificado ofreciendo tus talentos, fortalezas, destrezas y actitudes en una
actividad en la cual te desempeñes excelentemente. Los datos consignados en el
aviso clasificado han de ser reales.